La revolución tecnológica de las ciudades

Hace algunos años las películas nos mostraban las ciudades del futuro, espacios interconectados, inteligentes y a gran velocidad. Actualmente varias ciudades alrededor del mundo están empleando nuevas tecnologías que permiten acercarnos a esos espacios que alguna vez vimos en la ficción.

Las ciudades inteligentes buscan ser espacios sostenibles, conectados y optimizados, que brinden bienestar a los habitantes y también una solución para las repercusiones ambientales que la vida en las urbes genera al planeta. Esto es posible a través de una red de sensores y monitores que registran datos sobre el funcionamiento de las ciudades. La interpretación de esta información se traduce en mejoras en la infraestructura, en los sistemas de transporte, energía, salud, medio ambiente, conectividad y hasta en políticas públicas.  

Cada ciudad tiene necesidades diferentes, por eso antes de implementar estrategias que abran la puerta para transformar ese espacio en inteligente es importante considerar primero ¿qué estamos tratando de resolver? Así es posible atender cada particularidad con un plan estratégico. 

A lo largo del tiempo se ha visto que la iluminación es un factor clave en el camino de las ciudades inteligentes. La renovación del alumbrado público es uno de los primeros pasos para renovar la infraestructura y establecer un medio para el ahorro energético. 

Los pilotos realizados demuestran que cuando se instalan luminarios con tecnología LED, se da un ahorro energético del 50 al 70% y cuando es un sistema de iluminación inteligente interconectado se alcanza hasta un 80%. Este ahorro es un primer catalizador para la implementación de nuevas tecnologías incluyendo el IoT. 

El alumbrado público es la punta de lanza para construir una red de productos y servicios habilitados desde la conectividad. Este sistema de gestión de datos proporciona grandes beneficios:

  • La iluminación es más eficiente a través de un sistema de control de iluminación. Se puede modificar, apagar o encender de forma remota, favoreciendo así las necesidades específicas de las personas en diferentes espacios de la ciudad.

  • Resolver problemas de suministro de luz de manera rápida y localizada al obtener información de lo que pasa en tiempo real y notificar de manera automática a los administrados de los servicios.

  • Conocer datos de consumo de energía en tiempo real. Con esta información se pueden monitorear patrones de consumo.

  • Obtener herramientas de análisis para monitorear y mejorar el sistema de alumbrado público.

  • Implementar este tipo de sistemas abiertos facilitan la integración de otras tecnologías e iniciativas para futuras ciudades inteligentes.

Cada día son más las ciudades en el mundo que se suman a la carrera por la transformación. Esta revolución tecnológica de las ciudades es un gran paso para el bienestar de los habitantes y del planeta.

*Con información de The Climate Group.