América Latina y sus nuevas ciudades inteligentes

El alumbrado público es uno de los servicios básicos y necesarios para dar calidad de vida a los habitantes de cada región, tener un alumbrado público implica mejoras en el desempeño diario de las personas, el paisaje urbano y la optimización de recursos.

Al mantener una óptima iluminación se produce una sensación de bienestar, proporciona seguridad y también potencializa la economía.

Aunque la iluminación en las calles es un servicio básico, aún existen millones de personas que no cuentan con él, un factor determinante es la falta de electricidad, el 13% de la población mundial no cuenta con ella y el uso tecnologías renovables representa apenas el 17.5%.  Ante este rezago tecnológico la ONU planteó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que incluye un conjunto de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para poner fin a la pobreza, luchar contra la desigualdad y la injusticia, y hacer frente al cambio climático, donde se incluye proveer de electricidad e iluminación a la totalidad de la población mundial sin hacer daño al medio ambiente.

En lo que respecta a el avance tecnológico en la iluminación de las ciudades, se ha propuesto brindar mejores tecnologías renovables en ciertas zonas del planeta y facilitar a otros países la transición de los luminarios de tecnologías tradicionales a LED hasta llegar a el uso de IoT, permitiendo pensar cada vez más en una mayor cantidad de ciudades inteligentes.

Según resultados del Primer Congreso Internacional de Alumbrado Público y Ciudades Inteligentes realizado este año, en el panorama de latinoamericano nos encontramos en transición en términos de Smart Cities. Este proceso es resultado de la cantidad de ciudades con mayor población en comparación con aquellas que cuentan con planes de desarrollo para la implementación de la tecnología que las encamina hacia una ciudad inteligente.

Las ciudades con mayor población son México, Sao Paulo, Buenos Aires, Bogotá y Lima. En este territorio las ciudades que actualmente cuentan con iniciativas para convertirse en ciudades inteligentes son Santiago de Chile, Ciudad de México, Bogotá, Buenos Aires, Rio de Janeiro y Curitiba en Brasil, Medellín y Barraquilla, Colombia y Montevideo, Uruguay.

América Latina representa la tasa más alta de urbanización a nivel mundial y apenas el 1% en el desarrollo de ciudades inteligentes. Este porcentaje resulta bajo en relación con el número de grandes ciudades con más de un millón de habitantes que tiene el territorio.

Para que estas ciudades potenciales implementen la tecnología necesaria, deben atender los rezagos en las áreas de gobierno, vivienda, movilidad, economía y medio ambiente. Una vez que presenten avances en cada una de ellas podrán establecer los dispositivos necesarios para la implementación de tecnología.

Dos ejemplos de transición a Ciudades Inteligentes son México y Barranquilla.  México tiene una proyección para 2026 que afirma que el 85% de los luminarios públicos serán de tecnología LED, es un país que se posiciona en el sitio número 12 de la lista de países con mayor eficiencia energética, aunque aún se encuentra en el camino para abastecer al país en su totalidad de red eléctrica e iluminación. Por su parte Barranquilla, Colombia, prevé contar con una base de iluminación pública LED cercana al 100% hacia finales de 2019.